2008/12/27

La sheila


Siempre me pierdo y diluyo en las miradas, y éstas me taladran cuando sé que no podré nunca más regodearme en ellas.

Reconocer la personalidad de un ser vivo es difícil, y humanizarlo todavía más complicado. Los animales que han sido parte de mi familia han sido todos muy diferentes, pero su fidelidad siempre ha sido la misma, hasta al final.

Cerrarle los ojos a un ser querido nunca es fácil.

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